Un día me econtre frente a frente con un alma desconocida, era opaca y sus ojos se perdian en el lugar, sus labios se veian secos y sus manos agrietadas, esa alma estaba detenida frente a mi y no me dejaba avanzar, la empuje varias veces, le grite y le llore, pero ella se quedaba allí como una roca en mi camino, como una especie de recuerdo infinito.
Entonces en mi último intento comprendi, al mirar esos ojos perdidos, que esa alma guardaba un mensaje.
Frente a mi, mi alma me gritaba que la liberara, estaba tan perdida y asustada de no poder moverse que solo pedia ser vista y escuchada, entonces entendi el hechizo que habia vivido, pués yo había vivido en una prision sin barrotes, me había perdido en la culpa.
Luego desperte...
tome a mi alma entre mis brazos y la limpie y le dije que la volveria a hacer brillar como antes, que recuperaria esa luz y paz que se habian extendido de su hermosa aura.
Y sucedio algo increiblemente gracioso y fascinante, ante mi estaba la forma de amor más puro y transparente, como el que en mis sueños más absurdos había soñado, ante mi estaba la posibilidad de beber la alegria de un trago dulce y apasionado, mis palabras eran un baile y no un castigo.
Mis labios eran mi propia alma
el beso de mi escencia
No hay comentarios.:
Publicar un comentario